Se trata de la especie amenazada Queule, de gran relevancia ecológica para la zona central de Chile. Esta flora nativa fue declarado monumento natural en 1995, ya que es considerado un fósil viviente.
A través de la iniciativa de Conservación Especies Amenazadas, ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), e implementado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), se promoverá la conservación de la especie en peligro de extinción: Queule (Gomortega keule), árbol que se distribuye entre la zona costera de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío y que fue declarado monumento natural en Chile.
El proyecto busca establecer información relevante y científica respecto a las poblaciones de esta especie que se encuentra presentes en territorios fragmentados de la Región del Maule; para posteriormente, darlo a conocer a las comunidades, servicios públicos, municipalidades y privados, la importancia de recuperar las áreas con presencia de Queule.
Otro factor relevante, es que por medio del proyecto se promoverá buenas prácticas a través de la educación ambiental en predios de pequeños y medianos propietarios que poseen bosquetes de Queule para que se pueda conservar y hacer gestión en los rodales, cuya distribución es en la cordillera de la Costa, desde la comuna de Pelluhue, en la provincia de Cauquenes, hasta la comuna de Los Álamos en la provincia de Arauco, en la Región del Biobío.
Rescate del Queule
Según sostuvo el Seremi del Medio Ambiente de la Región del Maule, Pablo Sepúlveda, “el Queule se encuentra en áreas muy discontinuas de la Cordillera de la Costa, desde el Sur del Río Maule, y estas poblaciones corresponden a pequeños bosquetes nativos rodeados de plantaciones de pinos y eucaliptos.
Lamentablemente, estos fósiles vivientes presentan diversas amenazas tales como: incendios forestales, escasa regeneración sexual, corte o tala, por lo que este proyecto permitirá avanzar en un futuro plan de preservación de esta árbol en peligro de extinción”, declaró la autoridad medioambiental regional.
Por su parte, Pablo Azúa, profesional encargado de la especie, resaltó que es fundamental el trabajo que se realice con los medianos y pequeños propietarios, ya que una gran cantidad de árboles se encuentran dispersos en este tipo de terrenos, sean en pequeños bosquetes o aislados. “Este tipo de propiedad, salvaguarda gran parte del patrimonio inmaterial asociado al Queule, ya sea en la forma de historias locales, leyendas, recetas y usos ancestrales. Sin embargo, por necesidad o desconocimiento, no son espacios libres de amenazas que pueden afectar a la presencia de esta especie endémica”, indicó Azúa.
Único en su especie.
Cabe destacar que este árbol, es único en su especie -dentro de su género-, sin familia cercana, endémica. Puede alcanzar los 15 a 30 metros de altura, con un diámetro medio entre 15 a 100 centímetros. Es una especie monoica con flores hermafroditas. Además, presenta un fruto comestible, (alargado y de color amarillo), siendo uno de los más grandes en la flora nativa chilena.
Esta especie es de gran relevancia ecológica y posee bajos niveles de regeneración natural, unido a una baja dispersión de semillas, al estar rodeado de plantaciones forestales, lo que imposibilita la ampliación de su hábitat.
En cuanto a la producción en viveros, requiere de larga dedicación.