El Intendente de la Región del Maule, Pablo Milad, destacó el llamado del Presidente a unirse en tres acuerdos: por la Paz y contra la Violencia; por la Justicia para impulsar una Agenda Social hacia un Chile más justo; y una nueva Constitución en el marco de la institucionalidad democrática.
El acuerdo por la Paz y contra la Violencia permitirá condenar en forma categórica la violencia y también condenará a todos quienes directa o indirectamente la impulsan, la avalan o la toleran.
En ese sentido, el Intendente Pablo Milad, indicó “el primer camino al entendimiento, como lo dijo el Presidente, es la paz. Para que nosotros podamos construir un nuevo Chile, tenemos que llegar a un acuerdo de paz, donde los partidos se comprometan y participen en estos diálogos que se van a traducir en un cambio de nuestro país que es lo que queremos como gobierno”.
Por otro lado, el Acuerdo para la Justicia permitirá impulsar una Agenda Social para poder avanzar con más equidad y con menos abusos, una mayor igualdad de oportunidades y menos privilegios.
La máxima, autoridad regional, enfatizó en que “el acuerdo de justicia, donde una agenda social se desarrolle tiene que ser a través de estos acuerdos, partiendo con terminar con los abusos que se han registrado, detectándolos, combatiéndolos y cambiando estos abusos a los que la sociedad ha sido sometida durante muchos años y por los que hoy se ha hecho esta rebelión, donde todos queremos cambios, el gobierno y la sociedad, pero la vía del cambio es de manera pacífica, sin avalar a estos grupos vandálicos que están destruyendo nuestra ciudad. Por eso hago un llamado al dialogo, a la conversación y a los acuerdos para ayudar a cambiar lo que queremos de nuestro país, pero de esta forma ya no lo podemos permitir. Ha habido abusos, sí; han habido políticas públicas no suficientes para mejorar la calidad de vida, sí; pero juntos tenemos que trabajar y no es la forma a través del vandalismo”.
Por último, el acuerdo por una nueva Constitución dentro del marco de la institucionalidad democrática, pero con participación ciudadana, con un plebiscito ratificatorio para que los ciudadanos participen no solamente en la elaboración de esta nueva Constitución, sino que también tengan la última palabra en su aprobación y en la construcción del nuevo pacto social.