WUHAN (China): El caso de dos médicos chinos con coronavirus ha llamado la atención en su país. Los dos trabajadores de la salud, que se infectaron por estar atendiendo a enfermos por coronavirus (covid-19), presentaron un evidente cambio en el color de su piel después de pasar varios meses afectados por este padecimiento.
Los doctores Yi Fan y Hu Weifeng se infectaron en enero mientras trabajaban en el Hospital Central de Wuhan. Entraron en un estado grave después y debieron ser conectados a respiradores artificiales para mantenerlos con vida.
Tras meses de batallar con el COVID-19, los doctores lograron recuperarse, sin embargo, empezaron a notar que el tono de su tez empezó a oscurecerse.
El raro caso fue revelado en la televisora CCTV de China, quienes lograron ponerse en contacto con los profesionales de salud desde sus habitaciones en el hospital donde aún permanecer internados.
El caso de dos médicos chinos con coronavirus ha llamado la atención en su país. Los dos trabajadores de la salud, que se infectaron por estar atendiendo a enfermos por coronavirus (covid-19), presentaron un evidente cambio en el color de su piel después de pasar varios meses afectados por este padecimiento.
Los doctores Yi Fan y Hu Weifeng se infectaron en enero mientras trabajaban en el Hospital Central de Wuhan. Entraron en un estado grave después y debieron ser conectados a respiradores artificiales para mantenerlos con vida.
Tras meses de batallar con el COVID-19, los doctores lograron recuperarse, sin embargo, empezaron a notar que el tono de su tez empezó a oscurecerse.
El raro caso fue revelado en la televisora CCTV de China, quienes lograron ponerse en contacto con los profesionales de salud desde sus habitaciones en el hospital donde aún permanecer internados.
También se ha deslizado la posibilidad de que uno de los medicamentos con los que han sido tratados haya provocado ese cambio. Según indicaron, se trataría de un efecto secundario de la droga que fue administrada por un tiempo prolongado para lograr la recuperación de los médicos.
Fuente: Cecilia Marín