CURICÓ. Ante el aumento de comerciantes ambulantes no regulados que, en el transcurso de la presente emergencia sanitaria, han comenzado a emigrar desde otras ciudades hacia Curicó, el municipio local -junto a Carabineros y personal de Ejercito- llevó a cabo un plan de fiscalización riguroso para erradicarlos. A la vez, se controlará que la comunidad cumpla con las medidas preventivas frente al coronavirus.
Nelson Reyes, dirigente del sindicato número 10 de comerciantes ambulantes del centro de la ciudad, en cuanto al comercio ilegal explicó que “ya no solo se trata de peruanos o bolivianos, porque también se han tomado los espacios gente venezolana, haitiana y hasta santiaguinos, los que no pueden instalarse en Santiago por la cuarentena, entonces se vienen a Curicó, generando una serie de situaciones y una competencia injusta para nosotros”.
Frente a esta situación, personal de Carabineros, inspectores municipales, y militares, dispusieron una mayor fiscalización conjunta en el centro de Curicó, en calles céntricas muy recurrentes de comercio ilegal como Peña, Prat, Camilo Henríquez y Yungay, llevando a cabo puntos fijos en los lugares que, en días anteriores, habían sido “tomados” por el comercio ilícito, según explicó el encargado municipal de seguridad pública, Juan Carlos Ponce.
“Como todos los años hacemos una fiscalización bastante exhaustiva en todo el centro de Curicó, pero este año. tiene un componente muy especial debido al coronavirus. Estamos evitando aglomeraciones en el centro y, también, recomendando donde hay filas que las personas puedan mantener la distancia social. Al mismo tiempo que se haga uso de mascarillas”, agregó el funcionario municipal.
Por su parte, el comisario de Carabineros de Curicó, mayor Emerson Carrasco, sostuvo que “esto tiene dos propósitos: primero, descongestionar el flujo de gente y así evitar el contagio por Covid-19; además de evitar que se produzca este tipo de comercio ilegal”.
Por su parte, el subteniente del Ejército, Nicolás Estrada, destacó que el trabajo que realizan está orientado a “contribuir a que la gente pueda realizar sus actividades diarias de la forma más normal posible. Tratando de mantener el distanciamiento social, que usen los elementos que necesitan como mascarillas y que ellos mismos se cuiden. Nuestra labor es netamente apoyar que la gente tome conciencia”