La mañana de este jueves, el ingeniero comercial Rafael Garay, dejó el recinto penitenciario Capitán Yáber, tras más de tres años de reclusión, luego de que fuese condenado por los delitos de estafa reiterada a 29 personas.
Garay quedó con firma semanal, medida con la que no podrá cumplir debido a la contingencia del COVID-19. “Con las restricciones que estamos viviendo ahora por la cuarentena total, se ha visto postergada esta firma, para evitar que las personas se presenten y puedan sufrir algún tipo de contagio”, explicó su abogada, Linda Catalán, al diario El Mercurio.
Catalán aseguró al mismo medio que Garay se encuentra muy feliz de haber logrado la libertad condicional y que desde ahora en adelante, se enfocará en retomar su vida familiar junto a su hijo y su pareja, además de tomar una oferta laboral que ya posee y terminar dos proyectos pendientes: un libro y su tesis doctoral.
“Pretende retomar su vida familiar con su hijo y su pareja; poder trabajar, ya tiene una oferta de trabajo de un amigo, y terminar de escribir un libro que había comenzado estando privado de libertad… Quiere ver si puede resolver su situación de vida”, manifestó. Con la venta del libro, realizaría una reparación económica a las víctimas de sus estafas
Por otro lado, la defensora precisó que el tiempo que estuvo en la cárcel, Garay también estudió y trabajó en su tesis doctoral, la que pretende defender prontamente.
Respecto del estado de ánimo del expanelista de televisión, su defensora asegura que está feliz “porque obtuvo su libertad condicional conforme a lo que establece la ley. No hay nada especial respecto de él y pudo adquirir el beneficio como cualquier condenado”.
El ingeniero fue condenado el pasado 18 de octubre a siete años de cárcel y una multa de 21 UTM.