Barcelona (España), ha tenido que cerrar el acceso a la mayor parte de sus playas esta tarde al haber alcanzado el límite del 80%, lo que hace inviable mantener las distancias de seguridad de dos metros impuestas a los bañistas. A las cinco menos cuatro de la tarde, la Guardia Urbana cerraba el acceso a Nova Icària y Bogatell, y una hora después lo hacía en Llevant y La Mar Bella.
Es la primera vez que se ponen en rojo los videosensores instalados para que este lunes pudiera iniciarse la temporada de baño. Un semáforo rojo que señala que la ocupación se considera alta, por lo que se recomienda ir a otras playas con menos personas. Es el momento en el que interviene la Guardia Urbana y los informadores municipales para redistribuir a la gente y redirigirla a otras playas de la ciudad con menos ocupación.