En este contexto, “la ansiedad y el miedoson las primeras reacciones, pero luego viene la incertidumbre y muchos otros sentimientos”, explica el psicólogo de Clínica Alemana, Jaime Silva.
En un fenómeno como la pandemia los efectos en las personas serán distintos y dependerán, por ejemplo, del momento en que cada uno se encuentre en su trayectoria vital. En este sentido, el especialista advierte que hay quienes son más sensibles al estrés.
En este grupo están los niños y adolescentes, las personas con trastornos de salud mental o aquellos, como personal de salud, que están sometidos a una fuerte presión.
Asimismo, la reacción que cada uno tenga puede tomar diferentes formas, pero es importante saber que en episodios de estrés existe una respuesta subjetiva que, en general, toma la forma de una emoción.
“Se puede vivir, por ejemplo, como ansiedad, pero también como tristeza, angustia, rabia. Si bien el estrés es una condición a la cual todos nos podemos ver enfrentados, hay una reactividad fisiológica frente a la amenaza que va a generar un estado emocional que puede tener muchas formas”, detalla el especialista.
Y no solamente como emociones, sino que también como un estado de ánimo. Así, cuando hay un estado de ánimo negativo, toda la percepción de la realidad estará sesgada, pero la persona no necesariamente será consciente de aquello.
El estrés durante un brote de enfermedad infecciosa puede incluir:
- Miedo y preocupación por la salud y la de los seres queridos.
- Cambios en los patrones de sueño.
- Cambios en los patrones de alimentación. El estrés es un inductor muy frecuente de sobreingesta.
- Dificultad para concentrarse.
- Empeoramiento de los problemas de salud mental crónicos.
- Aumento del consumo de alcohol, tabaco o drogas.
Algunas recomendaciones que ayudarán a sobrellevar este periodo
- Mantenerse virtualmente conectado. “Nuestra emocionalidad y experiencia gana estabilidad en la relación con otros. Por lo tanto, tener la capacidad de mantenerse en contacto con amigos y seres queridos es muy relevante. Hoy podemos estar en conexión virtual”, explica el psicólogo.
- Tener cuidado con exponerse a demasiadas informaciones: las redes sociales nos pueden saturar. Para este tipo de situaciones es bueno buscar fuentes específicas de información. Estar bombardeado por muchas voces puede crear confusión, angustia e incertidumbre. Además, hay intentar no estar pendiente en cada momento.
- Orden. Vivir en un ambiente desordenado generará un efecto negativo en el estado de ánimo. El acto de ordenar también puede tener un efecto positivo en las personas que lo realizan.
- Mantener rutinas. Las personas necesitan tener una estructura dada por actividades y una organización diaria, que contribuyen a la estabilización anímica y emocional.
- Pedir ayuda. Quienes estén en tratamiento psicológico o psiquiátrico deben procurar no perder contacto con su especialista.
Fuente: Clínica Alemana