En el gobierno si bien hay inquietud por el creciente descontento ciudadano, no creen que se repita lo del 18 de octubre. Sin embargo, ante posibles manifestaciones y desmanes, decidieron suspender por hoy la entrega de cajas de alimentos. Además, reconocen que el escenario puede influir en la votación de esta jornada, mientras siguen haciendo gestiones para intentar que se rechace el proyecto.
“¿Qué cree que pase con el enojo de la gente si se rechaza el proyecto de retiro de pensiones? Se ha hablado de un estallido social 2.0”. Esa fue una de las preguntas que le hicieron ayer en la mañana al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, en el matinal de TVN.
“Creo que la gente es inteligente y va a saber distinguir que hay una propuesta del gobierno que va a servir para aliviar las dificultades que están enfrentando”, respondió el jefe de gabinete.
El secretario de Estado descartó la posibilidad de nuevo estallido social, agregando que el “país ha cambiado mucho en estos últimos meses” y que “la violencia que vimos” quedó atrás, argumentando, entre otras cosas, que “la gente hoy día quiere proteger la salud, cuidarse frente a la pandemia”.
Sin embargo, ayer por la noche el escenario cambió. Junto con registrarse manifestaciones pacíficas, a través de cacerolazos, también hubo hechos de violencia. Esto, ad portas de la votación de esta jornada del proyecto que permite el retiro anticipado de parte de los fondos de pensiones.
En Palacio reconocen que existe preocupación, transmiten que estaban preparados para algo así y, a diferencia del 18 de octubre del año pasado, ahora hay un perfeccionamiento del trabajo de las policías. Además, recalcan que ahora ya se encuentran en estado de excepción debido a la pandemia por el Covid-19, por lo que también cuentan con personal de las Fuerzas Armadas para contener cualquier situación.
De todas formas, en La Moneda no creen que ocurra algo similar a lo del año pasado, aunque están tomando las precauciones. Desde ayer en la noche en Interior han estado monitoreando el tema y hoy Blumel sostuvo reuniones desde la mañana, entre ellas, con el ministro de Defensa, Alberto Espina, para coordinar la estrategia que implementarán.
Asimismo, se decidió suspender por hoy la entrega de cajas de alimentos, según informaron en uno de los WhatsApp de coordinación de este beneficio, para que los efectivos policiales y militares no estén en esas funciones y se dediquen a tareas de seguridad.
En medio de este escenario, en La Moneda hay inquietud por cómo influirá el descontento ciudadano en la votación de esta jornada del proyecto de retiro de fondo de AFP, particularmente en los diputados oficialistas, de los cuales 13 votaron a favor de la idea de legislar la semana pasada. Esto, en medio de un álgido debate que se ha dado en el Congreso, en donde se ha advertido, justamente, de la posibilidad de un “estallido social 2.0”.
Así, en el gobierno se desplegaron y reforzaron el mensaje de que el Congreso no puede ceder ante “la violencia”.
“Quisiera decir que lo de anoche no es solo delincuencia, es un intento de amedrentar y alterar nuestro proceso democrático”, manifestó Blumel en un punto de prensa esta mañana, en el que hizo un balance de la situación. De esta manera, el secretario de Estado señaló que “llamo a no permitir que este intento de secuestro de nuestro proceso deliberativo democrático finalmente termine afectando las decisiones que se tomen en el Parlamento”.
En la misma, la titular de la Segegob, Karla Rubilar, señaló en Canal 13 que “hay una clara correlación con decir si termina hoy el Congreso Nacional votando de una manera que no le guste a esas personas que ayer se salieron a cometer delitos, acciones violentas; finalmente lo que se está instalando es que si el Congreso vota de una manera que a ciertas personas no les gusta, eso puede terminar en hechos de violencia”.
En La Moneda reconocen que ahora el escenario de la votación es incierto y que los votos que habían logrado revertir para esta jornada ahora están en duda. De hecho, a diferencia de la votación de la semana pasada, Blumel también se desplazó hacia el Congreso junto a los ministros Claudio Alvarado (Segres) y Cristián Monckeberg (Desarrollo Social).
Ayer, hasta cerca de las 21.00 horas, había cierto optimismo en el gobierno y transmitían que podían lograr el rechazo del proyecto con dos votos a su favor, sin embargo, hasta el cierre de esta edición el escenario se ponía más complejo: varios parlamentarios temían por el descontento social y los cuestionamientos que recibirían si rechazaran la medida. De hecho, estaba en duda también la postura de algunos de los parlamentarios que se abstuvieron la vez pasada. Por ejemplo, el RN Jorge Durán informó esta mañana que votaría a favor.