– Académicos de la UTalca llaman a mantener medidas preventivas ante riesgo de contagios.
– Enfatizaron que es importante que la población no olvide que el virus sigue en circulación.
– Advirtieron que cuando se concrete el retorno a clases presenciales, niños y adolescentes se van a transformar en posibles vectores de contagio para los grupos de mayor riesgo como son los adultos mayores y los enfermos crónicos.
En los últimos días, la utilización de las dependencias de los colegios para la realización del plebiscito del 25 de octubre y el eventual retorno a clases presenciales, han estado en la discusión pública. En este contexto especialistas en salud pública de la Universidad de Talca se refieren a las implicancias, riesgos y diferencias de ambos casos.
Para la salubrista y académica del Departamento de Salud Pública de la casa de estudios maulina, Loreto Núñez, es importante diferenciar los riesgos y medidas preventivas que se requieren para el plebiscito – que podrían ser similares a las adoptadas para la apertura del retail- de aquellas que se requerirían para un posible retorno a las clases presenciales en los colegios –que suponen un alto grado de cautela-.
“Cuando se decide la apertura de las escuelas tiene que haber criterios bastante claros de cuándo proceder a hacerlo, hay que ser muy cautelosos para asegurar la menor ocupación posible de las salas y tener una infraestructura que permita detectar los casos y aislarlos para evitar brotes en los colegios y escuelas. Abrir las escuelas para el plebiscito es una acción que es momentánea, debe ser bien controlada, se debe asegurar que estén todas las normas de seguridad para evitar los contagios, medidas que ya sabemos que las adoptan los centros comerciales o supermercados porque es una visita transitoria. Una cosa distinta es cuando los niños y niñas van sistemáticamente a las escuelas, entonces son situaciones distintas”, dijo la experta.
En tanto, el académico y epidemiólogo de la Facultad de ciencias de la Salud de la UTalca, Alejandro Poblete, coincidió que el plebiscito del 25 de octubre se trata de un evento puntual, en el que las personas son adultas y se entiende que pueden respetar las normas sanitarias.
Planteó que por otro lado, en el caso de la apertura de colegios para el retorno a la presencialidad “no tenemos la infraestructura necesaria para tener un número de alumnos en una cantidad controlable -es decir con distanciamiento físico- ya que en la educación pública los cursos son de entre 40 a 45 alumnos. Tampoco se cuenta con las salas disponibles para compartir los cursos, e indudablemente, desde la perspectiva de los niños y adolescentes, es complicado que mantengan el distanciamiento físico, porque esencialmente los niños son seres sociales que comparten con otros niños”, dijo.
Poblete fue enfático en llamar a mantener la prevención y evitar los contagios. “Mientras no exista una vacuna que sea capaz de detener la propagación del virus y levantar la inmunidad permanente en el ser humano, esta posibilidad de riesgo existe. Por lo tanto, hay que tomar todas las medidas necesarias: uso de mascarillas, lavado de manos y el distanciamiento físico“, recalcó.
En tanto, según el epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la UTalca, Daniel Jiménez, ambos escenarios se traducen en riesgos, sin embargo, estos se amplifican en el caso de la vuelta a clases en las aulas. Agregó que hay que dejar en claro que el virus sigue en circulación. Coincidió en cuanto a que mientras no exista una vacuna, la posibilidad de contagio es una opción latente, la que pueden disminuir si se toman las medidas preventivas. “Debido a que no tenemos ni una vacuna que nos pueda inmunizar y tampoco un tratamiento específico para el COVID-19, siempre que nos expongamos a terceros vamos a correr un riesgo de contagio”, dijo.
“Con respecto a ambos eventos, si bien tienen un riesgo, son completamente distintos, primero porque están dirigidos a públicos diferentes. En el plebiscito son todas personas mayores de edad, quienes pueden seguir las instrucciones. En cambio en los colegios, tenemos un número importante de niños, quienes no necesariamente entienden y aplican las instrucciones de cuidado. Otro factor que los diferencia, es que el plebiscito es un evento puntual, que puede durar dos días, según lo que defina la autoridad, pero en los colegios estamos hablando de algo que es diario, lo que aumenta el riesgo”, comentó.
Jiménez sostuvo que si bien la población más joven tiene menos probabilidades de presentar cuadros severos de la enfermedad, se pueden transformar en potenciales vectores de contagio para personas con vulnerabilidades de salud como adultos mayores y crónicos: “Si bien ambos eventos tienen riesgos, variables de movilidad, exposición y factores de rangos etarios hacen que una vuelta al colegio sea más compleja para la salud de la población. Todo esto pensado para áreas urbanas donde sabemos que hay una alta circulación del virus. Quizás en zonas con menos densidad poblacional se puede evaluar de manera más seria una vuelta a clases presencial que sea de manera segura”.