Una final con un ambiente distinto, sin público que aliente a sus equipo y con un silencio que te permite escuchar lo más recóndito del estadio, así se llevó a cabo la final de la edición número 63 de la UEFA Champions League, en donde se enfrentaba el equipo del Paris Saint-Germain, el cual disputaba su primera final, convirtiéndose en el equipo que más partidos tuvo que disputar para llegar a un encuentro de este tipo. Mientras que en la vereda del frente estaba el elenco del Bayern Munich, el cual posee en su vitrina 5 títulos de Champions, siendo el último en el año 2013, en donde superó a su compatriota, el elenco del Borussia Dortmund.
En un primer tiempo en donde el Bayern Munich se mostró mucho más participativo que el Paris Saint-Germain, desplegando el balón de una mejor manera en el campo de juego, llevando a cabo un gran presion en zona ofensiva. Sin embargo el elenco francés tuvo la más clara de los primeros 45 minutos, luego de un error en la saga defensiva del cuadro alemán, en donde el balón llegaría a los pies del Joven Kylian Mbape, el cual se la entregó en las manos al portero Manuel Neuer, luego de un débil remate. Terminando así un primer tiempo con pocas llegadas claras en los arcos del Estadio La cruz, de Lisboa.
Ya en la segunda parte, se mostró un partido mucho más corto, jugándose los primeros 20 minutos más en la zona central del rectángulo que en las propias áreas defendidas por Keylor Navas y Manuel Neuer. Sin embargo la posesión del cuadro bávaro tuvo frutos ya que en el minuto 59 Comna pondría el 1-0 a favor de los dirigidos por Hans-Dieter Flick.
Luego del primer tanto, el partido se puso mucho más interesante, con la obligación del Paris Saint-Germain de salir del fondo y con un Bayern Munich el cual mantenía la senda del ataque y la alta presión, generando muchas más opciones, encerrando a un París herido y sin respuestas futbolísticas.
Un desesperado Paris Saint-Germain buscaba el gol del empate, generando opciones claras, sin embargo este último solo encontraba los guantes del campeón del Mundo, Manuel Neuer, jugador que le quitó el festejo en más de una oportunidad al elenco dirigido por el alemán Thomas Tuchel.
Así poco a poco el final se iba acercando, y con eso los alemanes podían apreciar de mucho más cerca la “orejona”. Mientras que por el lado “rojiazul”, mantenían esa ilusión de poder vencer el arco de Munich, demostrando más ganas, que fútbol.
Terminando así un encuentro raro por el contexto, en el cual un Bayern Munich se consagró campeón de la UEFA Champions League por sexta vez en su historia, ratificando de esta manera, la gran campaña que desarrolló en dicho campeonato. Obteniendo así, al igual que en el 2013, el triplete, esto luego de obtener la liga alemana, la copa de Alemania, y el dia de hoy llevarse la “orejona” a tierras bávaras.