El admistrador apostólico del Obispado de Talca, Galo Fernández, dijo a Cooperativa Regiones que los antecedentes están en la fiscalía.
Hace un año, el presbítero Luciano Arriagada, fue formalizado tras denuncia de una víctima y quedó con arraigo nacional y hoy decidió renunciar al sacerdocio.
El Decreto Conclusivo del Proceso Administrativo Penal, dado a conocer por la Iglesia, añade que se impuso como pena, la suspensión total del ejercicio sacerdotal durante cinco años y la prohibición perpetua de asumir servicios pastorales dedicados específicamente a niños y adolescentes.
El decreto clerical establece además, “otras medidas que apuntan al sentido penitencial, terapéutico y de reparación que persigue esta pena”.
“El Vaticano nos encomendó hacer un proceso administrativo y es que que probó la veracidad de las acusaciones, hubos penas al padre Luciano (Arriagada), el que además decidió renunciar al ministerio. Los antecedentes están en la Fiscalía”, dijo a Cooperativa Regiones, el administrador apostólico del Obispado de Talca, Galo Fernández.
Laicos del Maule: “Es una reparación”
Por su parte, el vocero de los Laicos del Maule, Gustavo Madrid, agregó que “es una reparación para las familias y habrá terapia para el sacerdote, pero el pueblo laico extraña que no haya terapia para el clero, porque la Iglesia de Talca está reaccionando sin anticiparse. La Iglesia está en cuarentena desde antes de la pandemia”.
En materia judicial, el ex presbitero fue formalizado hace un año y se encuentra con arraigo nacional y prohibición de acercarse a una víctima que lo denunció de abusos reiterados entre los años 2014 y 2015, cuando era encargado de la Pastoral Juvenil de Talca.