Dirigentes de pescadores de regiones del norte de Chile denuncian presencia de embarcaciones clandestinas chinas frente a sus costas. Si bien desde la cancillería se advierte que no ha sido necesario un reclamo formal al régimen chino, una parlamentaria de la zona norte pide investigar a la luz de las denuncias que se multiplican.
Carlos Ortiz es el representante de los pescadores artesanales de Caleta Cifuncho, ubicada en la comuna de Tal Tal, en la región de Antofagasta, ubicada en la zona costera del norte de Chile a unos 1.120 kilómetros de Santiago. Pescador artesanal y buzo, relata a Infobae la grave situación que enfrenta su gremio por la progresiva falta de recursos en las zonas que está permitido extraer productos para ellos. El avistamiento de embarcaciones chinas los tiene preocupados, advierte, porque impacta en la cantidad de recursos disponibles para la extracción de los pescadores artesanales. “La reproducción se ve perjudicada, porque ellos vienen a desolar por donde andan. Ellos vienen a extraer y no tienen el cuidado y la disposición que los pescadores chilenos podemos tener, porque nosotros elegimos lo que podemos extraer cuidando y manteniendo la reproducción de los recursos”, advierte.
A juicio de Ortiz, la explicación de porqué la presencia de las embarcaciones chinas los perjudica a ellos -que se encuentran a cientos de kilómetros hacia la costa- radica en que las especies marinas tienen un comportamiento que los hace transitar entre alta mar y la costa, y es especialmente en alta mar, por donde transitan los buques clandestinos, donde se produce la mayor depredación. Por lo tanto, esas especies que se fueron a reproducir a alta mar, no vuelven a sus costas.
“Impacta en la reproducción. Los juveniles se van a cubrir a la costa, y después vuelven afuera a comer y a reproducirse, pero resulta que allá están los barcos chinos que los depredan, entonces nos perjudica, porque no respetan si los recursos están en período de reproducción. Estos barcos son factorías, porque extraen, procesan y se lo llevan”, denuncia el dirigente.
Según información de OCEANA, organización internacional centrada en la conservación de los océanos y sus recursos naturales, el protocolo de acción de este tipo de embarcaciones que se mueven en cuadrillas por las costas del Pacífico y Atlántico, funciona de una manera tal, que les permite transitar por aguas internacionales, y periódicamente, ser asistidos por otros barcos, provenientes de su país, que les proporciona combustible, alimentación y renovación de dotación, además de recoger el producto extraído. En este proceso pasan largos meses.
César Astete, director de la campaña de pesquerías de OCEANA, advierte sobre la sobreexplotación de los recursos marinos. “En Chile, el 67% de la población de peces está sobreexplotada o colapsada. Por lo anterior, debemos estar atentos y monitoreando para que no se desarrolle la actividad ilegal”, declara.
Acción ilegal que para el dirigente de los pescadores artesanales de Tal Tal se repite y de eso, ellos son testigos. “Nos afecta, porque se llevan recursos. El año pasado apareció Jibia y ellos se la llevan, por eso van moviéndose donde está el recurso, el recurso desaparece y ellos son responsables. Se llevan todo, ellos depredan. En Arica se encontraron de frente con dos barcos de estos, si se encontraron con ellos es porque están en territorio chileno. Han desaparecido los recursos que es la jibia, el atún, la palometa, el dorado de altura o la vidriola como la conocen. A nosotros nos falta un ministerio del mar, porque nosotros no tenemos con quien hablar, para explicarles nuestro problema. Nos preocupa que vengan de otros países y se lleven nuestros recursos”, reclama.
La información que fue advertida preliminarmente por Ecuador, se refirió a una escuadra conformada por más de 300 barcos de pesca procedentes de China y que ejerce los peores atributos en cuanto a método de extracción para el saqueo de la biodiversidad marina. Ejercicio de pesca a gran escala en áreas específicas por períodos que pueden superar el año, movimientos a escondidas de los satélites y violación de las restricciones para operar en aguas territoriales de los países del cono sur.
Estas embarcaciones ajustan sus movimientos desde la disponibilidad del calamar, o como se le conoce en Chile, la jibia. Desde el mes de junio y hasta octubre su espacio ideal es Ecuador y Perú. En tanto la especie prolifera en aguas del Pacífico a lo largo de Sudamérica, concentran la extracción en estas zonas. Sin embargo desde octubre, se mueven progresivamente hacia el norte de Chile. A medida que agotan el recurso económicamente rentable, los capitanes mueven sus naves hacia áreas de mayor abundancia, acercándose a las costas de Arica, Iquique y Antofagasta especialmente. Su camino, en todo caso, continúa hasta el sur y cruzan por el estrecho de Magallanes hasta el Atlántico.
Desde la Asociación de Pesqueros de Antofagasta ASOPESCA, que reúne a ocho organizaciones de pesca artesanal de toda la región, Manuel Adaos, su presidente, es enfático en rechazar la acción de los barcos intrusos. El perjuicio es gigante y el costo lo pagan los que se ganan la vida con los recursos marinos, y que lo hacen responsablemente. “No es nuevo para nosotros lo de los barcos que están operando fuera del alcance que les corresponde. Yo creo que en este caso, es definitivamente el Estado el que se debe hacer cargo de este tema, porque es un tema gravísimo para los peces del pacífico. Esto no es de ahora, sino desde hace mucho tiempo. Tenemos información de colegas de empresas pesqueras de Chile que se visualizan constantemente estos barcos”, advierte.
Respecto al principal perjuicio, dice, son varias las especies que se ven disminuidas por la presencia de los barcos chinos. “Hay varias especies, los tiburones, Marrajos como se les conoce también y las ballenas. Hace tiempo que nos dijeron que iban a proteger esto, pero no pasó nada. Estos temas siempre están en la luz, pero no están los recursos para hacer fiscalización de este tipo de embarcaciones”, sostiene.
Hace pocos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand, fue consultado sobre la presencia de más de trescientas embarcaciones chinas en las cercanías del territorio chileno. Al respecto el canciller dijo que “hay un monitoreo de esta flota que opera regularmente en estas zonas y que efectivamente tenemos que tener mucho cuidado de que, en definitiva, incursionen en nuestra zona económica exclusiva”, declaró a periodistas.
“Hacemos ese seguimiento para cautelar y proteger la soberanía de nuestra zona económica exclusiva” y dijo que por ahora no han tomado contacto con el gobierno chino y que la flota incluye naves privadas “y algunas que pueden tener alguna conexión precisamente con el Estado. De ser necesario, especialmente si se produjese que se vulneren los límites de nuestra zona económica exclusiva, ciertamente no descartamos hacer las presentaciones que correspondan”, sostuvo.
Para el presidente de la Asociación de Pesqueros de Antofagasta, el avistamiento en zonas pertenecientes al territorio chileno es frecuentemente advertido por colegas. A su juicio las autoridades no están al tanto. “No se sabe la realidad de lo que se está viviendo en el mar. Y las decisiones se toman a nivel central. La Armada de Chile también está pendiente de la fiscalización del tráfico de droga por estos lugares, entonces los recursos con los que se puede contar son bien escasos, para poder tener una eficiente fiscalización”, dice.
En este sentido, una de las autoridades de la zona que tomó el guante del reclamo y advertencia de los pescadores artesanales, es la representante de la región de Antofagasta en el parlamento, la diputada Marcela Hernando, quien se ha reunido en diversas ocasiones con los pescadores artesanales de la zona. Como medida, anunció que solicitará, mediante un oficio que le corresponde como atribución fiscalizadora, a la Armada de Chile y a cancillería, con el fin de obtener información precisa respecto a la situación de estas embarcaciones.
Al ser consultada por Infobae, declaró que “los límites entre espacio marítimo nacional y espacio internacional son sólo convencionales, pero las diferentes pesquerías y recursos se desplazan haciendo caso omiso de estos límites, sobre todo debido al cambio climático. Por ello creo que debería haber un esfuerzo serio internacional para que no se vean afectados los recursos alimentarios marítimos y el delicado equilibrio eco marino. Me parece necesario verificar que la flota sólo se esté desplazando de norte a sur hacia el estrecho de Magallanes para pasar hacia el Atlántico como indica la marina y para eso oficiaremos a la armada y también al ministerio de relaciones exteriores”, indicó.