Con una serie de datos claves proporcionados por la Fiscalía y vía teleconferencia, se realizó la tarde de este sábado 30 de mayo la audiencia de formalización de los cuatro detenidos por el crimen de Helena Bustos Sánchez, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 21 de mayo en las aguas del río Calle Calle.
Los jóvenes, conocidos de la víctima,habrían cometido el asesinato el pasado 28 de abril motivados por la promesa de pago de $7 millones por parte de dos mujeres (madre e hija de 68 y 50 años), identificadas como autoras intelectuales, la mayor de las cuales apodada como “La Ronca”.
El Ministerio Público, liderado pero los fiscales Tatiana Esquivel (jefe regional) y Jaime Caifil, logró acumular una serie de pruebas de cámaras de seguridad instaladas en la vía pública, registro de llamadas telefónicas entre los inculpados, pericias en el sitio del suceso, testimonios de testigos indirectos y las declaraciones de los propios inculpados.
Entre las pruebas más relevantes, se expuso el hallazgo de un rosario (elemento católico) en la orilla del río donde se produjo el asesinato, el que posteriormente fue confirmado como perteneciente a uno de los sospechosos tras revisión de sus fotografías en redes sociales.
Hasta el sector de Quitacalzón fue llevada Helena por los jóvenes en un automóvil arrendado previamente en Valdivia por las mujeres, con el pretexto que los acompañaría a una supuesta transacción de droga proveniente de Máfil, mientras a que pocos metros y ocultas en los matorrales, se encontraban las autoras intelectuales (madre y hija) vigilando que el crimen se ejecutara de acuerdo a lo planificado.
Según consta en la investigación, alrededor de las 18.45 horas los hombres se avalanzaron sobre la víctima, atacándola con un puñal. Helena opuso resistencia, incluso logró escapar, pero fue alcanzada y su resistencia terminó cuando con el impacto de una piedra en su cabeza, más numerosas estocadas en la espalda y el cuello.
Su cuerpo quedó flotando en el río, alrededor de las 19 horas, cuando ya había llegado la noche, como indicó uno de los victimarios en su relato a la policía.
El grupo, que se movilizaba en dos automóviles, se reencontró en Valdivia, donde idearon la forma de eliminar los elementos usados en el asesinato. La hoja del cuchillo terminó cerca de un puente en Angachilla y los overoles que vistieron los hombres, más la empuñadura del cuchillo, acabaron consumidos por el fuego.
Pese a que hay versiones contrapuestas respecto del rol de cada inculpado y los motivos que hubo para el macabro asesinato, se estableció que ambas mujeres planificaron este crimen por rencillas anteriores por drogas, restando fuerza a la hipótesis del no pago de arriendo por parte de la víctima, como circuló en los días anteriores.
El tribunal confirmó las medidas cautelares de prisión preventiva para los cuatro imputados y dio como plazo 6 meses de investigación.